Tres momentos electorales que perfilaron a Néstor Kirchner
“Yo voy a ser Presidente aunque ud. no lo crea”, una de las primeras frases que lanzó Néstor Kichner, precandidato antes de acordar con el duhaldismo. Está sentado en una silla en el despacho que ostentaba en la Casa de Santa Cruz, sobre la 25 de Mayo, cuando estaba en Buenos Aires. Un banquito servía de descanso para su tobillo inflamado. Había tropezado en una de sus caminatas proselitistas. Primeros meses de 2003, estaba solo, con pocos acompañamientos políticos. Eduardo Duhalde había llegado al poder tras la crisis de 2001. Para las elecciones de 2003, Kirchner no era una opción para él. Hizo todos los intentos. El mal acto de De la Sota en Racing lo hizo pensar. Ya había abandonado Carlos Reutemann. Y allí comenzaron las charlas entre el bonaerense y el patagónico, asistido por Alberto Fernández.