El Poder Judicial no abandonó sus responsabilidades
Por Carlos Rosenkrantz / Durante estos meses de crisis sanitaria se escucha, en boca de personas reconocidas, la imputación de que el Poder Judicial abandonó sus responsabilidades institucionales específicas. En algunos ámbitos políticos y también entre algunos académicos y periodistas que generan opinión se ventila la preocupación de que el Poder Judicial está inactivo y que, en virtud de ello, no brinda suficientes garantías de que sea solo el derecho -y no el poder ni la arbitrariedad- lo que regula la vida de argentinos. Como he dicho en otras ocasiones con toda la claridad de la que soy capaz, no hay dudas de que el Poder Judicial debe hacer las cosas mejor, en algunos casos muchísimo mejor. Pero lo que ahora se nos imputa -abandonar las responsabilidades institucionales- no es ni acertado ni justo.