El gobierno de Milei tiene rostro
Por Loris Zanatta / Cien días después, terminada la luna de miel, el gobierno de Milei tiene rostro. El rostro de un animal político menos exótico de lo que parecía a primera vista. De “austríaco”, nada, cien por cien argentino. Normal: cada uno hace historia con los materiales de su pasado. Pero, ¿qué rostro? Se diría que Milei quiere parecerse a Menem gobernando como Kirchner. De gustibus... Pero al menos aclara un malentendido: si en la historia argentina existe un vago clivaje ético y cultural entre los universos peronista y liberal democrático, Milei se ubica de pies a cabeza en el primero. El del “peronismo liberal”, si existe tal cosa. Mejor sería llamarlo “liberalismo à la peronista”; algo así como los “spaghetti a la boloñesa”, un invento desconocido en Bolonia.