Los costos de gobernar sin liderazgo
Por Lucas Romero / Si hay un cimiento sobre el cual está construido el edificio de la teoría política liberal occidental moderna, es decir, el modo de organización política de las sociedades que integramos en este lado del planeta, es el de reconocer que la única forma de controlar al poder, es ponerlo a controlarse a sí mismo. Como nos legó Montesquieu en su clásico El Espíritu de las Leyes, "todo hombre que tiene poder se inclina por abusar del mismo, va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar de este hace falta que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder. Como el poder encuentra un límite en el poder, la forma de controlarlo es dividirlo en partes que se controlen entre sí".