Alberto en su país de las maravillas
Por Romina Manguel / Casi llega. Alberto Fernández estaba ahí nomás de hacer realidad esa imagen que se había repetido cientos de veces en su cabeza: apertura de sesiones ordinarias, recinto colmado, escenario perfecto. Cristina Kirchner de un lado, Sergio Massa del otro, cadena nacional y en un momento, así, entre sorpresa y suspenso, improvisar sobre el discurso escrito por Alejandro Grimson y revisado tal vez por Ricardo Forster y anunciar en el histórico edificio que había logrado el acuerdo con el FMI y que en breve se mandaría al Congreso. Su logro. Su trampolín al 2023. Su reivindicación ante dos años de vapuleo y dudas sobre su capacidad de liderazgo. El albertismo vería la luz.