Jarrones chinos
Por Romina Manguel / En uno de esos restaurantes de la Recova que tanto le gustan, Emilio Monzó repetía su teoría del jarrón chino por dos: Macri y CFK tienen un valor difícil de calcular, caudal político cautivo, liderazgo en sus espacios, pero su magnitud y centralidad incomodan. No hay un lugar en la repisa de la política nacional donde ubicar a los ex presidentes. Lo que no dice Monzó es lo que empezó a sonar cada vez más fuerte desde las Paso para acá: entorpecen. Cada uno a su manera. La de CFK no sorprende. Una carta pública, dos, le sobran para socavar cualquier intento fundacional del albertismo.