Toda demora judicial es política
Por Irina Hauser / Cada tanto vuelve una moda periodística de quejarse porque hay pocas condenas en causas sobre corrupción. “Sólo en el 1% de los casos”, titula el diario La Nación. El disparador de este análisis fue la noticia de que el empresario Lázaro Báez podría dejar la cárcel y quedar con prisión domiciliaria, pagando una fianza millonaria, después de cuatro años de preventiva, un lapso irregular. Antes de que aparezca una noticia perfectamente posible (pero falaz) que diga que el Gobierno dejó en libertad de Báez, quizá sea útil pasar algunos conceptos en limpio para entender cómo se llega a este estado de cosas en el sistema de justicia, y cómo la política no es ajena, sino protagonista.