La ideología que acosa al campo
Por Ernesto Viglizzo / La ideología populista jaquea al campo desde hace 70 años. El peronismo de los años 40 y 50 jugó a dos puntas. Por un lado, dio apoyo crediticio al sector. Necesitaba las divisas del agro para subsidiar la industria nacional y consolidar una base electoral urbana dentro del proletariado industrial. Por el otro, implantó la grieta que llega hasta nuestros días. Con un discurso simple y coloquial, el gobierno separó al "pueblo trabajador" de la "oligarquía terrateniente", sin diferenciar matices. El aperturismo libremercadista del sector pronto chocó con el proteccionismo estatista del populismo. "La tierra no es un bien de renta, sino de trabajo", sostenía el gobierno, al tiempo que advertía que la existencia de tierras improductivas las exponía a expropiación.