El "manager" que amenaza a La Cámpora
Por Laura Di Marco / "No hay espacio para trabajar sobre la grieta, la situación es dramática", sintetizaba ayer un albertista, que es una suerte de alter ego presidencial, admitiendo que Cristina Kirchner y La Cámpora retomaron, con fuerza, la construcción del kirchnerismo duro, con una lógica política opuesta a la del albertismo. Una lógica que petardea la costura de unidad, en medio de la pandemia, que Alberto Fernández venía tejiendo con la oposición. "Los que gobiernan son cuidadosos, los otros escriben en Twitter", reprochó anteanoche el jefe del Estado sin advertir, tal vez -o, quizás, advirtiéndolo-, que la frase no solo podía aplicarse al macrismo duro, sino también a su vicepresidenta, que usa la plataforma del pajarito para edificar su imperio, distinto del suyo, en las sombras.