Jóvenes que crecen sin líderes, otra secuela del fracaso argentino
Por Luciano Román / ¿Quiénes son los líderes de las nuevas generaciones argentinas? ¿En quiénes confían? ¿Quiénes son sus modelos? ¿Quiénes los inspiran y les marcan el rumbo? Las respuestas quizá nos enfrenten a una de las secuelas más dolorosas de un país fracasado. Los jóvenes que hoy tienen entre 15 y 25 años no creen en casi nadie; solo en ellos mismos. Como toda generalización, es objetable. Pero hay algunos síntomas que no podemos ignorar: ninguna institución -ni la escuela, ni el gobierno, ni las iglesias, ni sus propias familias- inspira entre los jóvenes demasiada confianza.