La perversa ambición que genera el poder
Por Félix V.Lonigro / Uno de los tres nombres oficiales que tiene nuestro país, según el artículo 35 de la Constitución nacional, es el de “República Argentina”. “Argentina” deriva de argentum, que en latín significa “plata”. La “plata” era el mineral precioso del que estaba impregnado el Cerro Rico –cuya explotación comenzó hacia mediados del siglo XVI–, que está ubicado en el actual territorio de Bolivia –por entonces Alto Perú–. En aquella época, el Alto Perú formaba parte del Virreinato del mismo nombre, pero desde 1776, cuando se creó el Virreinato del Río de la Plata, pasó a formar parte de este, al igual que el actual territorio de nuestro país, que terminó recibiendo el nombre derivado del metal que en aquel cerro se explotaba: “Argentina”.