No hay desarrollo sin democracia
Por Gala Díaz Langou / El 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín fue elegido presidente de la Nación. Luego de siete años y siete meses de dictadura, nuestro país recuperaba la democracia gracias al compromiso cívico que más de 1.350.000 argentinos y argentinas (el 86,61% del electorado) ratificaron con su voto. Este año, por primera vez en nuestra historia, celebramos 40 años de democracia ininterrumpida: es un enorme logro que tenemos que jerarquizar.