El dato insoportable que desencadenó la salida de la jueza Figueroa
La extravagante situación llevaba casi un mes: Ana María Figueroa, presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, cumplió los 75 años que la Constitución fija como tope para ejercer la magistratura el 9 de agosto. Pero ella comunicó a sus colegas que no se jubilaría, pese a que el kirchnerismo no había logrado votar en el Senado la prórroga de su pliego por cinco años. A la espera de ese salvavidas, ella permanecería en su despacho, pero sin firmar sentencias.