El voto, el gritón y la esperanza
Por Mempo Giardinelli / Quizás sea inútil, y pérdida de tiempo, sumarse a los muchos análisis circulantes sobre el Gritón Despeinado que recibió más votos en las recientes PASO. El análisis, en todo caso, esta columna cree que es mejor orientarlo hacia otros aspectos más o menos obvios: 1) Que la ciudadanía fue acumulando enojos al voleo, en la medida en que desde todas las dirigencias y todos los ángulos y perspectivas le llovían hipocresía, cinismo y promesas falsas; 2) Que la ciudadanía ya venía desilusionada y el desasosiego se completó con el sainete que colocó como príncipe heredero al menos peronista del FdeT devenido UxP, y quien generó primero desconcierto y luego un resentimiento profundo y rencoroso, no por el sujeto mismo sino por ser producto de promesas incumplidas, imposiciones a dedo, personajes Cero Encanto y encima con la Jefa enmudecida. 3) Todo eso se expresó de mil o más maneras el domingo 13, cuando el tercer puesto ensombreció el cielo peronista y alguna parte del pueblo peronista quizás celebró de pura bronca, íntimamente.