Milei en el país de las maravillas
Por Jorge Majfud / En 1942, la británica Juliet Rhys-Williams propuso un impuesto negativo: aquellos con ingresos por debajo de una línea mínima, debían recibir la diferencia de aquellos que ganaran por encima, hasta llegar al mínimo establecido por ley. La idea fue retomada por el ícono del neoliberalismo, Milton Friedman y por el presidente Richard Nixon, pero nunca prosperó. ¿Por qué este repentino gesto de ternura, cuando otros miembros del clan, como la escritora Ayn Rand eran partidarios del egoísmo como fundamento moral? Porque la solidaridad no solo es lo mejor que tenemos los humanos, sino que también conviene.