Violencia, ocultamiento y negación
Por Fabio J. Quetglas / Ocurre un día como cualquier otro. Una persona que se cree poderosa y se siente impune, en medio de una controversia o no, apela a la violencia, lastima o mata. La víctima casi siempre es una mujer. A partir de allí, de manera generalmente poco prolija, se suceden acciones para ocultar o tergiversar lo sucedido. Solo o con ayuda, el agresor en algún momento asume que puede ser descubierto e improvisa actos macabros. Aunque vengan a nuestra memoria los casos fallidos, suponemos que muchas veces, esas maniobras son exitosas y los crímenes quedan ocultos e impunes.