El oficialismo, en un peligroso callejón sin salida
Por Claudio Jacquelin / La única duda que atravesó al tribunal oral que condenó a Cristina Kirchner y que se verificó en el fallo dividido, fue si se había constituido una asociación para beneficiarse con actos de corrupción al amparo del ejercicio del poder. Los fundamentos de la condena, conocida ayer, no dudan, en cambio, sobre la comisión de delitos y sobre el beneficio económico que esas acciones ilegales reportaron a la entonces Presidenta.