La sociedad argentina está inmersa en una violencia desmedida e irracional
Por Alberto Amato / A diario, un hecho de violencia nos golpea: un padre asesinado en plena celebración de año nuevo, una mujer que prendió fuego al colchón de un indigente, un hombre convertido en asesino al volante de un coche que atropella a ciclistas en Palermo... Así, se suman día a día tragedias donde lo único que cambia es el nombre de los protagonistas. Porque además de la violencia, lo peor es el acostumbramiento.