¿Estamos destinados al populismo?
Por Enrique Krauze / El grito de libertad que fue movimiento estudiantil de 1968 sembró en mí la primera esperanza de que México podía convertirse en una democracia. En 1984 publiqué el ensayo Por una democracia sin adjetivos, en el que pedía elecciones libres supervisadas por un organismo autónomo, independencia y equilibrio de poderes y una plena libertad de expresión. La reacción de la “dictadura perfecta”, como llamó Vargas Llosa al PRI, fue furibunda, igual que la de la izquierda, que despreciaba la democracia llamándola “formal” y “burguesa”.