Juntos por el Cambio se aleja del debate económico
Por Sergio Berensztein / Con una respuesta escéptica por parte de los agentes económicos, el Gobierno convocó a trabajadores y empresarios a una negociación que, de acuerdo con la abundante historia inflacionaria argentina y la experiencia internacional, requiere para funcionar un programa macroeconómico sistemático, consistente y fundamentalmente creíble que influya en las expectativas y cuente con un sólido respaldo político. Es decir, de esos tres componentes esenciales (programa, consenso político y acuerdo corporativo) el oficialismo propone, al menos hasta ahora, solamente uno y, para peor, advierte de antemano que no pondrá techo a los reclamos de aumentos salariales, puesto que pretende que los sueldos, vapuleados desde el derrape cambiario de 2018, se recuperen al menos parcialmente para fomentar el consumo y, gracias a eso, sus chances electorales. Aquel escepticismo no resulta, entonces, en absoluto infundado.