Alberto sigue a los tumbos y Cristina avanza con su "master plan para quedarse con todo"
Por Luis Majul / A diferencia de Alberto, Cristina es determinada. Muy determinada. Sabe lo que quiere. Y cómo conseguirlo. Además, posee una mirada sobre el futuro. No solo sobre dónde pararse en las legislativas del año que viene. De acá a varios años. El Presidente, en cambio, tiene la cultura política del "operador", el "lobista" o el "negociador" entre partes enfrentadas. Es, por qué no decirlo, un fiel representante argento del "vamos viendo". Todo lo anterior es una descripción, sin consideraciones éticas ni morales. Más: las características esenciales de una y otro, combinadas, les sirvieron, a ambos, para "inventar" una gran "bolsa de gatos" y de oportunistas, denominada Frente de Todos, y ganar una elección. El gran problema para los argentinos es que esta mezcla no sirve para gestionar. Y menos aún para gobernar con un plan estratégico, y con el mínimo consenso de toda la dirigencia política.