Cristina Kirchner, pragmática para construir poder, dogmática para ejercerlo
Por Sergio Berensztein / La gran paradoja de la política argentina actual consiste en que la domina en gran medida una figura rechazada por más del 60% de la sociedad, que perdió cuatro de las últimas seis elecciones, que para evitar una nueva derrota -tal vez la definitiva- se vio obligada a declinar la candidatura presidencial y resignarse a ocupar la vicepresidencia, que tiene baja aceptación incluso dentro de su propio partido y que sigue siendo ignorada por los principales líderes del mundo civilizado. Para peor, la asedian numerosas causas penales, cuya dificultad se acrecienta ante el rápido naufragio de la (contra) reforma judicial, que ella impulsó y de la que se vio obligada a despegarse luego del generalizado repudio que provocó.