El plan pospandemia de Máximo Kirchner
Por Laura Di Marco / A Máximo Kirchner le gusta tomar whisky, igual que a su padre. No entra en disputas públicas, ni siquiera por las redes, a diferencia de su madre. Negocia en privado, participa de encuentros secretos con grandes empresarios: los mismos a los que Cristina fumiga por Twitter. Chatea con la oposición, la misma a la que Cristina le desconecta los micrófonos. El heredero es silencioso, la reina es estridente. Mientras Cristina y Hebe de Bonafini salen a marcarle la cancha a Alberto, Andrés "el Cuervo" Larroque, jefe de La Cámpora, pide públicamente "bancar" al Presidente. "Sin presente, no hay futuro", desliza, enigmático, Sergio Massa, devenido el principal socio político del hijo presidencial. Desde la oposición, lo ven de otra manera: cuando se pide "bancar" al Presidente, elípticamente se sugiere que está débil. Un fuego amigo más sutil y sofisticado.