Controles rigurosos, malos tratos al personal e intenso tráfico en los puestos de acceso
La nueva etapa de distanciamiento social hizo aumentar la cantidad de gente que intenta entrar a Tandil sin motivo y se intensificaron los controles en las rutas. El personal que se desempeña a diario en los puestos de acceso a la ciudad es blanco permanente de maltratos, quejas y denuncias. Con escasez de recursos materiales y humanos, realizan con rigidez el monitoreo vehicular, y más allá de la responsabilidad estatal en la gestión de los ingresos, el foco también está en la conciencia ciudadana a la hora de circular.