El silencio entre Javier Milei y Mauricio Macri y la orden de Cristina a Máximo
Por Pablo de León / El peronismo sigue convulsionado. El acto por el natalicio de Juan Domingo Perón -celebrado el lunes pasado- intentó ser una postal de la pacificación interna, pero solo será un disimulo de pocas semanas. Los dardos siguen entre el cristinismo más paladar negro y los seguidores del gobernador Axel Kicillof. Hasta la quinta -que fue una de las residencias del presidente y militar argentino- llegaron casi todos los sectores con excepción del de Sergio Tomás Massa, quien no mandó ni siquiera delegados. El exministro de Economía sigue sin brújula política, pero siempre cerca de Cristina Elisabet Kirchner. La asistencia de los habitués del Instituto Patria tuvo que ver con la orden de la ex Presidenta: “Me dijo Cristina que venga a San Vicente”, reconoció Máximo Kirchner al llegar y al sentarse en el auditorio. No subió al escenario donde estuvo Kicillof junto al riojano Ricardo Quintela, la catamarqueña Lucía Corpacci y la matancera Verónica Magario. Pero tampoco los organizadores cursaron una invitación. No hubo foto (mucho menos abrazo) entre Axel y Máximo y desde La Cámpora hubo broncas: "No lo suben a Máximo, pero sí a Corpacci cuyos diputados nacionales votaron la Ley Bases", refunfuñó un intendente aliado al camporismo.